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lunes, 5 de abril de 2010

El diseño del trabajo

En estos tiempos, se escucha con frecuencia frases como: “gran parte de la competitividad de la empresa reside en el bienestar del empleado”; “administrar con las personas, en lugar de administrar personas”; pero más allá de ser frases trilladas, la experiencia ha demostrado que una buena parte del éxito del empleado en el desempeño de su trabajo viene dado por su grado de adaptación al puesto y al entorno. Es por eso que las organizaciones avanzadas buscan equilibrar la armonía del trabajador con la competitividad de la empresa, por lo que, encontrar un acoplamiento óptimo entre empleado y puesto de trabajo es un objetivo que debe ser establecido desde el principio. Esto demuestra que en el diseño del trabajo tienen más valor los factores socio-psicológicos que los técnico-físicos, si bien ambos son fundamentales para el diseño del puesto de trabajo en cuestión.
El diseño del trabajo consiste en combinar los factores psicológicos con los técnicos, se denominan métodos humanos. La especialización es un factor técnico-físico, pero es muy importante para el trabajo en entornos fabriles, puesto que da lugar a una gran productividad. Sin embargo, en trabajos de tipo intelectual, la especialización desmotiva porque no se conoce el fin del trabajo y es rutinario. La idea de estos métodos humanos es encontrar soluciones para evitar esta rutina.
Existen tres métodos humanos: el modelo de las características del trabajo, la teoría de los factores de Herzberg y la teoría de los sistemas socioeconómicos.
El modelo de las características del trabajo está enfocado hacia la ampliación de tareas, el enriquecimiento de tareas, la rotación de tareas y la formación de círculos de calidad y equipos de progreso. Este modelo concibe el control como el supresor de la autonomía, puesto que es muy complicado tener capcidad decisoria si alguien está corrigiéndote constantemente y diciéndote lo que tienes que hacer y cómo. Los objetivos de esto es reducir el absentismo laboral, disminuir retrasos en la entrada de los trabajadores, mejorar la productividad y la calidad, solucionar los problemas del trabajo a diario, aumentar habilidades y enriquecer la personalidad y mejora de la formación e integración de los trabajadores.
La teoría de los factores de Herzberg, afirma que el trabajo consta de dos factores: de motivación y de higiene. Los factores de higiene se refieren al cumplimiento de unos mínimos de condiciones físicas laborales, de nivel salarial, etc.
Muchas veces la motivación puede venir dada por innumerables caminos. Un profesor me contó una vez la historia de unas mujeres que trabajaban en una fábrica textil que fueron sometidas a un experimento. El experimento consistía en que el jefe seleccionase a unas mujeres determinadas para que estas trabajasen en condiciones extremas de frío, calor, a oscuras, etc. Se esperaba que las mujeres se desmotivasen completamente al trabajar en unas condiciones físicas pésimas y que su productividad se redujera considerablemente. Ocurrió todo lo contrario, estas mujeres produjeron más ropa que nunca, y la respuesta está en la motivación que tenían al haber sido elegidas por su jefe entre otras muchas trabajadoras. El ser humano es impredecible.

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